El bebé que fue abandonado en un contenedor de la calle Río Bibei de la capital ourensana, poco después de ser alumbrado el pasado 17 de septiembre, comenzaba ayer una nueva vida con la familia de acogida que a partir de ahora se encargará de cuidarlo. Tras ocho días ingresado en la unidad de neonatos del CHUO con el fin de ganar el peso óptimo para su edad, recibió ayer el alta hospitalaria. Desde allí lo trasladaron a su nuevo y primer hogar, el que la Consellería de Política Social de la Xunta ha seleccionado para él.

Estará bajo su tutela mientras no se lleve a cabo otra medida de protección definitiva, como la adopción o el acogimiento por parte de algún miembro de su familia, en el caso de que se localice. Según indican los protocolos de protección de menores, cuando ninguno de los padres puede encargarse del menor, los siguientes en la lista serían la familia extensa: abuelos, tíos o hermanos. Con esta medida que pretende favorecer la permanencia del pequeño en su propio ambiente.

Al igual que este pequeño al que un indigente del barrio de Covadonga, José Manuel Camiña, le dio una segunda oportunidad al encontrarle dentro de una bolsa mientras rebuscaba en la basura, otros 27 menores fueron acogidos por un total de 18 familias de la provincia durante la primera mitad de 2017. Otras cinco se incorporaron en este período al banco de hogares disponibles, y un total de 127 se interesaron y solicitaron información sobre el programa.

El bebé que fue localizado en un contenedor de O Vinteún nació a las 37 semanas de gestación con poco más de dos kilos de peso, lo que podía suponer riesgos para su salud debido a la inmadurez de sus pulmones y a la falta de grasa, que no le permitía regular de manera efectiva la temperatura exterior.

Las mujeres que lo rescataron, Saray Iglesias y Justa Rodríguez, explicaron que cuando lo sacaron del contenedor el pequeño respiraba con dificultad y todavía tenía el cordón umbilical unido a la placenta. Presentaba también un brazo amoratado y un pequeño rasguño en la cara. Una matrona que se encontraba en el lugar en el momento en el que apareció el recién nacido se encargó de practicarle los primeros auxilios, entre ellos pinzarle el cordón umbilical.

Por su parte, la Policía continúa intentando localizar a la madre, por el momento sin éxito. Su búsqueda se inició investigando a las mujeres embarazadas del barrio y, al no obtener a ninguna sospechosa, el radio se amplió primero al resto de la ciudad y posteriormente a toda la provincia.

En caso de que ni la madre ni ningún miembro de la familia del pequeño aparezcan, y ante la situación de actual desamparo del menor, será la Xunta de Galicia quien se encargue de proporcionarle una identidad. Es decir, la Administración será quien elija un nombre y apellidos para él.

Cuando no es posible, como en este caso, que la familia extensa se haga cargo del pequeño, es cuando se procede a seleccionar una familia externa. Un programa que la Consellería de Política Social coordina en convenio con Cruz Roja.

Desde Política Social aseguran que no existe una relación de requisitos específicos a cumplir por aquellas familias que quieran convertirse en acogedoras. Sin embargo, la inclusión de una candidata requiere un análisis por parte de los equipos técnicos de menores, que examinan la capacidad de esa familia para hacer frente al reto del acogimiento de menores.

Además del estudio pormenorizado de cada caso, los hogares que se ofrecen a participar en el programa reciben formación específica antes de comenzar a recibir menores en su casa, y acompañamiento constante una vez que están dentro del programa.

Acogida o adopción

La acogida y la adopción son dos recursos de protección de menores diferentes. Es por ello que las familias que reciben en su casa a un menor o varios en acogida no pueden optar a su adopción posteriormente.

Desde la Administración autonómica explican que las motivaciones y finalidades que se ofrecen en cada una de estas figuras están muy diferenciadas, y no resulta conveniente para el adecuado desarrollo de los menores que estas motivaciones no estén claras para las familias que se involucran en el programa.