El castro de San Cibrao de Las, en San Amaro, fue ayer el lugar elegido por el nacionalismo gallego para ofrecer una despedida política, poética y de amistad al "camarada" Bautista Álvarez, fundador del la UPG, del BNG y uno de los baluartes de la galleguidad, que fue enterrado este domingo por la tarde en su parroquia nata. Un hombre "irrepetible" de quien la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, dijo "seguir aprendiendo".

Su féretro, cubierto por las bandera de la UPG y la gallega, fue portado con la máxima emoción y respeto por diversos compañeros y amigos que tuvieron también sentidas palabras para este ourensano nacido en el seno de una familia de modestos agricultores de San Amaro, donde fue enterrado ayer a los 84 años.

Un país normal

"Amigo Bautista, continuaremos con el trabajo de hacer de Galicia un país normal", sentenció Francisco Rodríguez, quien fue secretario xeral de la UPG. También tuvo unas sentidas palabras para este activista que participó en la fundación del BNG en 1982 la política nacionalista y escritora Pilar García Negro, quien recordó que Bautista Álvarez consagró su vida para que Galicia "no sucumbiese a la maré española y global".

A esta opinión se sumó el actual secretario xeral de la UPG, Néstor Rego, quien remarcó que las personas que entregan su vida a una causa, como lo hizo este diputado en el Parlamento gallego, "no mueren nunca": "Bautista nos acompañará siempre hasta alcanzar el objetivo de la República gallega".

El alcalde de Allariz, Francisco García, recordó que "seguimos identificados con su mensaje, y con su ejemplo de coherencia". Bieito Lobeira, Paulo Carril, por la CIG, Marcos Marcos Maceira, por la Mesa da Normalización, y de decenas de cargos, militantes simpatizantes y sobre todo amigos y seguidores de su estela histórica y humana acompañaron al finado y a su familia.