La construcción de sendas seguras para peatones y ciclistas en la comarca de Ourense habilitará desde 2018 16 nuevos kilómetros repartidos en una docena de vías en seis concellos, entre ellos la capital. Muchas de ellas son tramos muy deteriorados, sin apenas aceras y muy poca visibilidad, en las que se realizarán mejoras para facilitar el tránsito de las personas. El plan proyectado por la Xunta para esta zona cuenta con 2,6 millones de euros de inversión y ya se está ejecutando la primera fase, con una intervención en el municipio de Toén, en el núcleo de Freixendo, por importe de 105.700 euros.

El resto de proyectos se incluyen en una segunda fase que ya está en proceso de tramitación y que, según avanzó ayer la delegada territorial de la Xunta, Marisol Díaz Mouteira, empezarán a ejecutarse en 2018. En el marco de una visita a las obras de Toén, a la que también asistió el alcalde, Amando Cid, indicó que se espera que las primeras actuaciones estén redactadas a finales de este año, de forma que se pueda iniciar en 2018 la licitación de los contratos de obras, que serán cofinanciados por Fondos Feder.

Los concellos que se beneficiarán de esta partida de 2,6 millones de euros son Ourense, Pereiro de Aguiar, San Cibrao das Viñas, Esgos y Paderne de Allariz, donde un total de 12 tramos muy frecuentados por ciclistas y peatones serán mejorados para incrementar su seguridad. Se trata, por ejemplo, del itinerario de casi 4 kilómetros de la OU-402 en Reza y otros dos entre los parques empresariales de Pereiro y San Cibrao. La OU-536 recibirá mejoras en varios tramos muy transitados: A Derrasa, Rabaza, As Vendas y Santa Baia.

La Xunta pretende con esta actuación "proteger e incrementar la seguridad peatones y ciclistas, ya que son los usuarios más vulnerables de las carreteras".