Cuando Isabel Fuentes murió asesinada por su marido en el hospital de Ourense, el 8 de mayo de 2015, sus familiares sufrieron un golpe doble. La pérdida en semejantes circunstancias de un ser querido que poco a poco iba mejorando, así como el descubrimiento de que el culpable era Aniceto Rodríguez, el marido aparentemente cariñoso que había engañado a todos. "Teníamos claro que debíamos personarnos como acusación particular por Isabel, para luchar por que su asesino estuviera en la cárcel el resto de su vida", dice Santiago Martínez, portavoz de la familia.

La condena de 31 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial al esposo, de 77, "nos deja satisfechos porque es una pena que tira hacia arriba, que en el segundo delito se aproxima casi a la máxima". No obstante, la acusación particular estudia acudir en casación ante Supremo para defender la agravante de ensañamiento, al entender que Aniceto Rodríguez acabó con su mujer aumentando su dolor de forma inhumana.

La familia no olvida que el crimen machista de Isabel Fuentes pudo evitarse. El hombre ya era sospechoso para la Guardia Civil desde la noche de la primera agresión. Los agentes, que tampoco lo detuvieron, pidieron a la juez restringir las visitas y pincharle el teléfono. La magistrada no vio indicios. Los parientes destacan que la sentencia condenatorio de Aniceto Rodríguez da por bueno, respecto al delito de asesinato consumado, el atestado de la Policía Judicial que la juez rebajó a conjeturas. "Este juicio por asesinato no se debió haber celebrado nunca, la juez de Verín debió haberla protegido. Respetó los derechos constitucionales del verdugo pero su deber era haber velado por la víctima", manifiesta el portavoz.

La familia está personada en el Supremo para que se estudie una posible negligencia de la magistrada que no puso el foco en el marido, pese "a las sospechas fundadísimas" de la Guardia Civil, recuerdan sus allegados. "A Isabel, por desgracia, no le vamos a devolver la vida, pero si alguien ha cometido un error tiene que pagar".

La defensa irá en casación

La defensa también estudia recurrir en casación. Considera que la investigación no aclara la autoría del primer ataque a Isabel Fuentes en el domicilio de Pazos (Verín), y esgrimirá de nuevo la excusa absolutoria del delito de asesinato intentado por el hecho de haber avisado a los vecinos, que la Audiencia califica como parte de su plan criminal para fingir un robo. La defensa argumenta que esa reacción hizo posible que llegaran los servicios de emergencias y salvaran a Isabel. Aniceto la remató un mes después en el CHUO.