Como estaba previsto, nada más acabar las fiestas las valoraciones realizadas por parte de los grupos de la oposición distan mucho del triunfalismo que mostraba, en el ecuador de las celebraciones, el gobierno popular. Así, por parte de Democracia Ourensana, su portavoz, Gonzalo Pérez Jácome, aseguró ayer en tono irónico que, "como sucede con la frase mítica después de cada Olimpiada, pero esta vez al revés, podemos decir que las últimas fiestas patronales de Ourense han sido las peores de la historia".

Sostiene Jácome que a "la ya poca calidad y atractivo, se ha sumado el caos circulatorio durante casi toda la semana, siendo el pico el día de la ruta alternativa de la Batalla de Flores". Además de hacer especial mención a que se destinaron en torno a medio millón de euros de las arcas municipales a una programación que cuestionaron desde el mismo momento en que se daban a conocer por parte del gobierno, un rechazo que rubrican ahora.

Las críticas también se centran en las atracciones de feria, que volvían a las fiestas mayores, al considerar que " son de las más desfasadas del sector"y afectan asimismo al mercado medieval, que tenía la mitad de puestos. Para el grupo de DO, uno de los problemas es que coincide con el "Arde Lucus", que multiplica por 30 la afluencia de visitantes, y que se lleva a la gente y a las atracciones. La mayoría del mercado medieval estaba allí, en Lugo, estos días. Esto demuestra lo mal que se hacen las cosas en Ourense".

Cambios de fechas

Eso lleva al grupo de Democracia Ourensana a recordar que propuso el pasado año cambiar las fiestas patronales a la semana de San Martiño, ya que esto le daría "identidad", a la vez que "evitaría competencia con el 'Arde Lucus' y con los primeros fines de semana de la playa". En este sentido, Pérez Jácome asegura que además trasladarlas a noviembre en San Martiño, coincidiría con la carrera más antigua de Galicia, y serviría de promoción de la época de castañas ourensanas y del nuevo vino con sus cuatro denominaciones de origen.

Y en clave anecdótica, el portavoz de DO hace referencia a estas fiestas ourensanas pasadas. A su entender, "ni hasta los dirigentes creen en la fiestas mayores, porque llama la atención que el propio alcalde, Jesús Vázquez, que hizo una defensa numantina de la calidad y atracción de las mismas, se ausentó de Ourense el pasado fin de semana, en los días principales de las fiestas, con actos como la batalla de flores o los fuegos". Así, recalca que "el alcalde tomó un tren dirección Madrid el pasado viernes, y no volvió hasta el domingo".

La respuesta del gobierno la dará hoy, en una comparecencia pública, la edil de Cultura, Belén Iglesias, que ante las críticas vertidas se limitó a señalar que "no esperaba menos de DO y Jácome".