El transporte interurbano de viajeros permaneció completamente paralizado en la cuarta jornada de huelga. La Xunta confirma que no salió ninguno de los 19 autobuses estipulados como servicios mínimos. Los piquetes informativos consiguieron paralizar tres excursiones que realizaba Autos González y una línea de Amoeiro por Bóveda. En la estación de autobuses de Ourense aparecieron varios autocares con las ruedas desinfladas, debido a la presión de los piquetes informativos, "en lugar de pincharlas".

Los autobuses de larga distancia, como el procedente de Madrid con destino a Vigo, con pasajeros que llevaban cuatro o cinco horas de viaje, pudieron continuar hasta su destino, después de que los sindicatos los retuvieran algún tiempo para recalcar los motivos de la huelga.

Los sindicatos vinculan el éxito de esta huelga, con el "rechazo" que muestra el sector al nuevo Plan de Movilidad de la Xunta y a la "falta negociación" de los convenios colectivos en toda la comunidad autónoma.

Ahora se abre un período de cinco días, en los que los sindicatos albergan alguna esperanza de que se pueda establecer una línea de diálogo con la Xunta, para evitar que el próximo martes y el miércoles queden sin cubrir las líneas de los cincuenta autobuses que hay en la provincia. El sector cuenta con unos 600 trabajadores en Ourense.

Los sindicatos contemplan como una de las medidas más lesivas, el presupuesto realizado por la Administración gallega para cada una de las rutas, que consideran "irreales", por lo que deducen que si se llegan a desarrollar implicarían "multitud de despidos", indica Amador González.