La Guardia Real se despidió ayer de Ourense con un desfile militar en la calle Progreso en el que ondearon las banderas de España y 180 ciudadanos realizaron su juramento ante el emblema nacional. La cita, histórica en la provincia, convocó a centenares de personas que abarrotaron las aceras de la calle Progreso. La aglomeración fue tal que llegaron a producirse momentos de tensión entre algunos ciudadanos que se vieron atascados entre la multitud. Los servicios sanitarios tuvieron que intervenir para atender a un hombre que sufrió un vahído frente a la fachada del Inorde.

El tráfico estuvo cortado con motivo de este evento desde las 7.00 horas en las calles Progreso, Xoán XXIII y entorno de la Plaza de Abastos. La parada comenzó a las 12.00 horas frente al edificio de Correos y duró dos horas aproximadamente. Antes de la jura, el alcalde de la ciudad Jesús Vázquez y el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, pasaron revista a las tropas en formación con el jefe del cuarto militar de la Casa Real, el vicealmirante Juan Ruiz Casas. A continuación, los 180 solicitantes besaron la bandera española, entre ellos el regidor ourensano.

Al finalizar el juramento, el coronel jefe de la unidad, Eduardo Diz Monje, mostró su agradecimiento a los ourensanos por la acogida, y dio paso al desfile de las tropas desde la Rúa do Baño hasta la plaza de Alférez Provisional.

Esta marcha, en la que participó también la compañía gallega de la Brilat, cerró el programa de actividades que desde el pasado miércoles protagonizó la Guardia Real en Ourense, con presencia y exhibiciones en todas las comarcas.

Además del alcalde y el presidente del Parlamento, asistieron a la parada militar otras autoridades como los ediles Sofía Godoy, José Araújo o José Ángel Vázquez Barquero, el subdelegado del Gobierno Roberto Castro, y varios senadores y diputados en el Congreso.