Los hábitos de vida del alumnado universitario han mejorado en los últimos años pero no al ritmo deseado. La dieta mediterránea no es precisamente la que más se cocina en los pisos de estudiantes y esto, acompañado de otros factores como la insuficiente actividad física o la influencia de las emociones sobre la alimentación, tiene efectos en la composición corporal del alumnado. Así se desprende de los resultados recogidos en la encuesta realizada a 600 miembros de la comunidad universitaria, la mayoría estudiantes, que participaron este curso en el programa Martes Saludables que promueve el área de Bienestar y Deporte de Ourense.

La actividad, que se desarrolla en los tres campus de la Universidad de Vigo con el objetivo de fomentar hábitos de vida saludables, celebró ayer la última sesión en la Biblioteca Rosalía de Castro de Ourense. En total se celebraron nueve Martes Saludables, con la instalación del punto de control e información dos veces en el campus de Vigo, dos en el de Pontevedra y cinco en el de Ourense, concretamente en los cinco edificios universitarios: Xurídico Empresarial, Politécnico, Ferro, Escola de Enfermería y Biblioteca.

En conjunto, unas 600 personas se sometieron al test integral sobre salud y hábitos de vida, y otras mil realizaron consultas puntuales sobre algún aspecto concreto en materia de sexualidad, deporte o nutrición. Muchos, explica el coordinador del programa, Guillermo Santos, se acercan al stand para comprobar sólo algún indicador, como puede ser el índice de masa corporal, y compararlo con el de ediciones anteriores para ver si la evolución ha sido favorable.

En términos generales, apunta Santos, los resultados que arroja la encuesta han mejorado respecto a ediciones anteriores, pero considera que siguen siendo "algo preocupantes" ya que revelan hábitos poco saludables "en relación con la cantidad de información que existe", da la sensación, añade, "de que no nos estamos tomando en serio que hay enfermedades que se pueden prevenir con unos buenos hábitos alimenticios".

El grueso de las encuestas se realizaron en el campus de Ourense y el 64% de los participantes son mujeres, frente a un 36% de hombres. El estudio reveló que un 14% de las mujeres presentan exceso de peso y otro 9% está por debajo del que se considera aceptable. En el colectivo masculino existe un 3% de hombres con bajo peso frente a un 25% que presentan exceso. En términos de masa corporal, el 12% de los participantes registran índices de grasa en valores límite y/u obesidad, mientras que en el caso de las mujeres este porcentaje se eleva al 25%.

La actividad física como parte fundamental de la dieta está más presente entre los hombres que realizan ejercicio con una intensidad alta, entre tres y cinco días a la semana, mientras que las mujeres, mayoritariamente practican menos deporte. A través de las respuestas de los encuestados, Guillermo Santos explica que "el seguimiento de los patrones mediterráneos es muy bajo". El 70% de las mujeres y el 65% de los hombres declararon seguir una alimentación alejada de esta dieta. El estudio también constata que las emociones, sobre todo los nervios ante los exámenes, influyen en la alimentación y que esto afecta más a las mujeres (50%) que a los hombres (30%).

Con todo, el programa cierra este curso satisfactoriamente y con la previsión de continuar en próximas ediciones.