A. J. G. C., un hombre de nacionalidad portuguesa, fue a juicio ayer ante el Penal 1 de Ourense por delitos en concurso contra la seguridad del tráfico. El fiscal mantuvo su petición de 5 meses de prisión y 4 años de privación del derecho a conducir, lo que supondría la pérdida de vigencia del permiso. Ya no podía circular por una sentencia previa de 2015 por cnducir bajo efectos del alcohol, que le prohibía ponerse al volante hasta el 31 de julio de 2016. El acusado iba al volante el 27 de abril de ese año, sobre las 22.10 horas, "en notorio estado de inseguridad por la anterior ingestión de bebidas alcohólicas", según el fiscal.

En la calle Júpiter, en el barrio de Covadonga, chocó contra un vehículo aparcado. La Policía Local le hizo la prueba de alcoholemia. Al soplar la primera vez, dio 1,33 miligramos por litro. En la segunda y definitiva, el resultado fue de 1,25, que es justo 5 veces más de la tasa máxima permitida, y un delito.