Una de las iniciativas más llamativas es la emprendida hace ya cuatro años y medio por los comuneros de Candeán, que realizaron una plantación de dos mil olivos en una hectárea. Pese al lento crecimiento de estos árboles, confían en poder empezar a recolectar olivas en 2019. Es la única comunidad de Vigo que se ha planteado este cultivo aunque no se trata de una excepción en Galicia ni tampoco en la provincia donde Tomiño, Oia o Baiona han apostado por esta producción.