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Julián Pardinas Sanz: "La violencia de género hay que enfocarla con cariño y vocación"

La concejalía de Igualdad le ha concedido el premio Clara Campoamor por su implicación con las víctimas

Julián Pardinas es fiscal de Violencia de Género. // Jesús Regal

El fiscal delegado de Violencia de Género en Ourense, Julián Pardinas (Ourense, 1953), ha sido galardonado con el XI Premio Clara Campoamor a la Igualdad de Oportunidades que entrega la concejalía de Igualdad. El jurado reconoce así su trayectoria pero también su "implicación diaria, humanidad y sensibilidad con las víctimas, muchas veces más allá de lo que el puesto requiere".

-¿Cómo recibe este reconocimiento?

-Con mucha gratitud y un poco sorprendido. Siempre he partido de la base de que el trabajo hay que hacerlo bien. Este premio es un reconocimiento al trabajo, pero no es un trabajo de una persona. Los que trabajamos contra la violencia de género somos toda la Fiscalía. Yo soy la cabeza visible porque soy el coordinador pero somos todo un equipo.

-El jurado ha destacado su sensibilidad con las víctimas. ¿Es necesaria una sensibilidad especial para ejercer como fiscal de violencia de género?

-Hay que tener vocación y tomarlo con cariño. Es una función más de la Fiscalía, digamos que jurídicamente no es de las más importantes, pero como es un tema del que nadie puede estar libre, ya que a cualquiera nos puede tocar, la clave está en enfocarlo con cariño y prestarle mucha atención a las víctimas, que son las que se lo merecen.

-El premio es a la igualdad. ¿Está cumpliendo su cometido la ley de violencia de género?

-Todos los textos legales son manifiestamente mejorables, pero desde luego, son pasos que se van dando poco a poco en torno a buscar esa igualdad, que no identidad. Igualdad como ciudadanos en derechos y obligaciones. Este texto ha sido muy importante.

-¿Cree que debería ser revisado teniendo en cuenta las cifras?

-Es evidente que los resultados no son los deseables. Ahí está que se incrementan las denuncias, el número de víctimas no decrece en la medida que nos gustaría... Sin duda alguna, reformas habrá que hacer. Por eso, aparte de la labor educativa que es fundamental, es muy importante el acuerdo de todos los partidos políticos para no hacer de esto una cuestión política y remar todos en la misma dirección.

-Se ha puesto en cuestión la protección de las víctimas en muchas ocasiones. ¿Qué opina usted?

-La orden de protección ha sido, para mí, la medida legislativa más importante que se ha realizado en torno a la violencia de género. Creo que cumple su función. Alguna vez hay quebrantamientos de las medidas cautelares, se incumplen a veces las órdenes de alejamiento, pero los delincuentes saben que si las incumplen van a ingresar en prisión. Existen y desgraciadamente no tenemos un policía para poner detrás de cada víctima. Los medios son los que son y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado cumplen su función de maravilla, con una implicación absoluta, al cien por cien.

-¿Hay un perfil de agresor en Ourense?

-No, porque esto es un problema de personas y no de localidades. Sin que se pueda establecer como categoría, veo en los atestados una relación directa del alcohol con la violencia de género, también está el celópata, que es el más peligroso. Otros que se sienten frustrados y lo pagan en el ámbito familiar. No hay un perfil típico, porque esto afecta a todas las clases sociales, a todos los estamentos y a todo tipo de personas, con educación superior, media e inferior.

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