El gobierno zanjó ayer la controversia suscitada en relación con el supuesto riesgo de que "peligren los puestos de trabajo" en el servicio de limpieza de edificios municipales, después de que la actual concesionaria, Seralia, que realiza en precario el servicio al finalizar el contrato, comunicase que lo dejará el 31 de enero. Y así, el edil de Servicios Generales, Jorge Pumar, aseguró que en el articulo 29 del pliego para la nueva adjudicación se fija la subrogación de todo el personal con que cuenta en la actualidad, 42 personas.

Es por eso que mientras las trabajadoras se concentraba a la entrada del Concello en la primera jornada de protestas, Pumar cargó contra la iniciativa presentada por OUeC, a los que acusó de "no enterarse de nada", en referencia a que pedían la retirada del pliego de condiciones. En esa misma línea se pronunció el portavoz de DO, Pérez Jácome, que después de "informarse" con "técnicos de primer nivel del Concello", rechazó el "alarmismo" de la edil Ledicia Piñeiro, en el sentido de que "no hay amenaza de que peligren los puestos de trabajo". Y le calificó la moción de una "gran mentira".

Los que no lo tienen tan claro son los socialistas, y así su portavoz, que aludía a la "mala gestión" del gobierno popular, que había provocado "inseguridad laboral, precariedad e incertidumbre" en la plantilla. Además, Barquero alerta sobre una "amortización encubierta pero real de puestos de trabajo", en referencia a que se "reducirán las horas a trabajar".

Una cuestión que aclaró Pumar, al señalar que "es todo lo contrario, se incrementan las horas y la inversión". Alertando sobre el "desconocimiento" que existía. Lo que también introdujo en el debate Barquero fue el "presunto espionaje" a las trabajadoras. Una cuestión que piden al alcalde que investigue.