Dejar a Ourense sin la variante exterior podría suponer para la ciudad que se quedase con un "trazado de la vergüenza" -al estilo, posiblemente, de la entrada de la autovía en Vigo, por ejemplo- del que no vamos a ser cómplices, y es algo que no nos merecemos bajo ningún concepto", señaló ayer el alcalde. "La variante exterior en Ourense no va a ser negociable y, cuando menos, no contará con el apoyo del actual equipo de gobierno". El regidor recordó que existe un protocolo firmado por anteriores ministros de Fomento de distintos gobiernos y colores políticos a favor de esta variante exterior y un acuerdo plenario que hay que cumplir". Vázquez manifestó que "no comparto las formas del anuncio, contrario a los intereses de la ciudad, que ha hecho el ministro e incluso me parece precipitada esa declaración".