Durante la visita al Concello de Entrimo, la conselleira explicó que los trabajos que se están realizando consisten en la tala de picadillo de restos no maderables en una superficie de 55 hectáreas, procediendo a la tala y astillado de más de 63.000 pies.
Por lo que respecta al tratamiento de la erosión se empleó la técnica conocida como mulching, que consiste en distribuir paja y otros materiales de origen vegetal en las zonas afectadas. Este trabajo se puede realizar de forma manual o con un helicóptero. Este método sirve para regenerar los suelos quemados y evitar arrastres por las lluvias.
Según especificó, en unas 125 hectáreas se hizo ese trabajo con helicópteros y en otras 20 hectáreas se extendió el manto de paja a mano.
Se hizo sujeción de sedimentos en cerca de 5.500 metros; se desmanteló un cierre ganadero de 5.660 metros del que fueron repuestos 2.000 metros y se hicieron obras en 6.000 metros de pistas que también resultaron afectadas por un verano dramático en cuestión medioambiental.
