Los pocos vecinos de la aldea de Pardollán, en el Concello de Rubiá, se fueron a la cama este jueves con un gran disgusto por causa del incendio que se originó en la leña almacenada en los bajos de la nueva iglesia. Unas llamas que los bomberos tardaron más de cuatro horas en sofocar pero que no llegaron a afectar seriamente al templo al que hoy se prevé acceder para ver si los daños no impedirán oficiar los actos religiosos de estas fechas. Y es que las altas temperaturas provocaron grietas en la planchada (el piso de la iglesia) e incluso algún desprendimiento.

El fuego empezó por la noche y fueron los vecinos, que cedieron los terrenos para construir la iglesia y cuyo sótano usan para almacenar leña, los que detectaron el incendio, cuyo origen se sospecha se debió a las cenizas mal apagadas que se depositaron en un terreno próximo.

Según explica un vecino del pueblo, Lizardo, debido a que se trata de una construcción nueva, de ladrillo y hierro, con el calor se desprendió un trozo de la planchada, y las paredes exteriores del templo quedaron ahumadas. No obstante, será hoy cuando se adentrarán tanto en la iglesia como en los sótanos para ver la magnitud de los daños. Una inspección en la que prevén contar con el alcalde al que le comunicaron ayer lo sucedido.

Recuerda este vecino que aún hace solo dos años se gastaron 4.000 euros en pintar toda la madera de la iglesia, y este año pusieron un porche para evitar la entrada de humedad. Apunta que había mucha leña allí guardada.

En esta aldea de Pardollán solo viven a diario unos cuatro vecinos que intentaron apagar las llamas con mangueras mientras no llegaban los bomberos de Valdeorras, que trabajaron durante cuatro horas para evitar que las llamas afectasen al templo, pero a pesar de ello las altas temperaturas provocaron importantes grietas en las paredes.

Precisamente esta iglesia fue construida hace 20 años gracias a la aportación todos los vecinos. Y es que la iglesia antigua estaba en un monte, en ruinas, y data del siglo VI o VII aproximadamente, por lo que quisieron construir una nueva.

Por su parte, el alcalde de Rubiá, Elías Rodríguez, se enteró ayer de lo acontecido y señaló a este medio que tenía pensado visitar el lugar ayer a final de la tarde para ver los daños. No obstante, todos confían en que éstos no sean importantes y no impidan seguir usando el templo para los actos religiosos.