Huesitos de santo, huesos de San Expedito, buñuelos de Adviento (o de viento), panellets, pan de muerto... La repostería se adapta al calendario y en este puente festivo Ourense no fue ajeno a las costumbres y se agotaron en las pastelerías de la ciudad estas especialidades que hacen referencia, en algún caso con cierto humor, a la iconografía propia del Día de Todos los Santos y Fieles Difuntos.

"No han quedado nada más que unas bandejas de 'huesos'", explicaba ayer Begoña Vázquez, de pastelería Miguel, una de las que hace más de treinta inició en Ourense de forma paulatina una tradición que en algunos casos data del siglo XVII y procede de Castilla cuando la recolección de la almendra coincidía con estas fechas de noviembre y se aprovechaba para elaborar dulces, que contenían entre otros ingredientes ese elemento diferenciador.

Yemas, mazapán, almendra..., son la base de muchos de estos dulces de temporada, cuya elaboración y venta coinciden con una de las fechas más luctuosas del calendario, la del puente de todos los Santos y, en el calendario ya más terrorífico, del Halloween o Samaín.

"La verdad es que la edad de los clientes varía en algún caso según lo que nos demandan. Así, los más mayores nos suelen pedir huesos, hueso de santo normalmente para comer con la familia, aprovechando que el 1 de noviembre es día festivo o para regalar", explica Begoña Vázquez.

En cuanto a los más jóvenes, muchos niños y adolescentes, "entran estos días para pedirnos buñuelos de viento que hacemos rellenos de nata, crema o chocolate, y de hecho no nos ha quedado nada", explica. Está claro que la repostería de Todos los Santos no tiene edad.

La castaña asada es otro de los postres cuya venta coincide en estos días, en este caso a través de puestos callejeros, pero nada tiene que ver con esa especie de "iconografía" confitera que otorga forma de huesos a sus dulces, como ocurre con los huesos de San Expedito.

Los ourensanos y los cientos de visitantes de paso estos días por la ciudad agotaron los huesitos, los panellets de piñones o almendras, el pan de muerto de origen mexicano. Pero cada día el santoral camina más pegado a los fogones y en las pastelerías ya están preparando para el 11, San Martiño y festividad local, las tartas de San Martiño, "en nuestro caso hechas con trozos de marrón glacé y crema", va avisando Begoña.