La solución al problema de los contenedores subterráneos pasa por un acuerdo, toda vez que el grupo popular gobierna en minoría, tanto para su reparación como para el cierre definitivo de los mismos. Para llevar a cabo cualquiera de las dos opciones, el Concello deberá recurrir a una modificación presupuestaria para poder realizarla.

El grupo que desde un principio tuvo clara su opción fue el de Ourense en Común, partidario del sellado de esas instalaciones. Así, el edil Miguel Doval argumenta que es preferible "gastar" medio millón de euros para sellarlo, que a invertir algo más de 1,5 millones de euros en un "sistema arcaico y obsoleto". Y señala la necesidad de "repensar" una nueva solución para la recogida de la basura en la ciudad.

Por su parte, el grupo socialista mantiene el mismo discurso, que consiste en reclamar una solución para los contenedores subterráneos pero sin realizar un pronunciamiento público de apoyo a la reparación de los mismos. Y esgrime que esa decisión corresponde al gobierno municipal.

Una postura que es objeto de críticas por parte de OUeC, al igual que hace con la que mantiene el gobierno popular, ya que eso supone "mantener la situación como está". De ahí que para Doval son los "responsables" de que no se tomen medidas. Y lamenta que en la postura que adoptó en la primer reunión de la mesa Democracia Ourensana, ya que "no aportó nada".

Lo que está claro es que la decisión de volver a analizar con los técnicos y especialistas en la materia, no hace más que prolongar en el tiempo la situación de precintado de los contenedores subterráneos.