Entre julio y mediados de septiembre, la provincia sufrió más incendios y más daños que el año anterior. De los 32 fuegos de más de 20 hectáreas que la Xunta incluyó en sus partes diarios, 5 de ellos llegaron a la categoría de gran incendio forestal (al superar las 500 hectáreas) y 14 arrasaron, cada uno, más de 100. La provincia de Ourense sufrió el mayor castigo en septiembre, con más de 7.000 hectáreas arrasadas en apenas dos semanas de fuegos sucesivos, hasta que el día 13 la lluvia aplacó el peligro. El fuego más devastador del año en Galicia fue el de Entrimo, con 2.999 hectáreas quemadas en un frente que los medios de extinción tardaron días en controlar. El 76% de la superficie ardida este verano se concentró en la frontera con Portugal; 7.019 pertenecen a 10 concellos de la 'raia', donde ahora se enfocan los trabajos de restauración.