Mientras prosiguen las reuniones de vecinos, ganaderos y otros damnificados en varios concellos de Ourense para estudiar ayudas de la Xunta contra la erosión causada por el fuego y para recuperar zonas dañadas, el fuego sigue campando en los montes de la provincia. Ya es otoño pero todavía arde en la provincia más castigada de Galicia tras un verano dantesco: un total de 32 focos principales arrasaron 9.185 hectáreas, dos mil más que en todo 2015. El 76% de la superficie total, en concellos de la "raia", en la frontera con Portugal.

Solo ayer por la tarde se registraron varias alertas por incendio forestal en los concellos de Porqueira, Trasmiras, Lobios, Calvos de Randín y Parada do Sil, según informaron fuentes no oficiales del servicio de extinción. La Xunta únicamente comunicó la existencia de un fuego que superó las 20 hectáreas, el umbral a partir del que la consellería de Medio Rural informa, salvo que fuegos menores pongan en riesgo viviendas.

Un incendio originado la tarde del domingo en Carballeda de Valdeorras se dio ayer por controlado, tras haber arrasado una superficie aproximada de 25 hectáreas de monte raso, según la Xunta.

Comenzó a las 19.25 horas del domingo en la parroquia de Candeda y se dio por controlado a las 15.25 horas de ayer. En el operativo de extinción llegaron a participar un total de 7 agentes forestales, 23 brigadas, 2 motobombas, 1 pala y 2 helicópteros.

Quemas prohibidas

El periodo de peligro alto de incendios forestales finalizó el pasado 30 de septiembre, pero las condiciones meteorológicas hacen que el repliegue de efectivos se ralentice. "Algunos contratados siguen trabajando y, a nivel interno, el personal propio mantiene guardias de verano mientras el tiempo siga así", explican en Medio Rural. Además, las quemas de restos agrícolas y forestales permanecen prohibidas, al menos hasta el 15 de octubre.