De forma temeraria, bajo la influencia de las drogas y con el carné retirado. Así conducía un hombre que el domingo por la mañana huyó de la Guardia Civil cuando la patrulla intentaba advertirle de que llevaba los faros apagados. Finalmente fue interceptado por los agentes al llegar a su domicilio tras una huida en la que circuló de forma negligente y a velocidad inadecuada.

Eran las 7.00 horas cuando una patrulla del destacamento de Tráfico de Ourense que prestaba servicio por las inmediaciones del polígono industrial de San Cibrao das Viñas observó a un turismo Seat León de color gris que circulaba sin luces por la N-525.

Según fuentes del instituto armado, el conductor, identificado como B.D.A., al percatarse de que le seguía un vehículo de la Guardia Civil "emprendió la huida a gran velocidad", abandonando la carretera nacional. En su intento por eludir a la patrulla, llegó a circular a 130 kilómetros por hora en zonas limitadas a 30, con una conducción "temeraria" en la que infringió varias normas del código de circulación.

Fue finalmente interceptado al llegar a su casa, en Noalla de Abaixo, San Cibrao das Viñas, y al someterse a las pruebas de detección de alcohol y drogas arrojó un resultado positivo en consumo de cocaína y opiáceos. Una vez identificado el conductor, los agentes comprobaron que carecía de permiso de conducir por la pérdida de vigencia de todos los puntos.

Por todo ello le fue instruido un atestado por un presunto delito contra la seguridad vial y fue denunciado por conducción temeraria y con la presencia de drogas en el organismo.