La VII Festa do Cordeiro de Chandrexa de Queixa logró reunir a más de 500 personas, que degustaron en una carpa empanada, cordero al horno criado en pastos de la zona, a más de mil metros de altura, con pimientos fritos, bica casera, licores, café y vino del país, todo por 17 euros. A pesar de que se trata de un municipio de montaña, la carpa alcanzó una temperatura de 35 grados. En esta ocasión, por la falta de suficiente producto en Chandrexa, los organizadores tuvieron que realizar compras en Vilariño y Chaguazosa para cubrir la demanda, explica el alcalde, Francisco Rodríguez Rodríguez. Realizaron la comida entre las dos y las seis de la tarde, personas llegadas de todos los municipios del entorno, como Castro Caldelas, Trives, Manzaneda y Parada do Sil, además de Chandrexa de Queixa.