Algunos de los pequeños admitieron que, una vez acabado el espectáculo de estos 9 días, se quedarán en casa luchando contra el aburrimiento y plantando cara al reloj hasta que empiecen las clases... ellos lo dijeron de forma mucho más explícita.

Otros, menos, participarán en diversos campamentos repartidos por Galicia. Y es que para muchos, este evento veraniego es la única forma de desconectar de la triste rutina veraniega en estos tiempos en los que las clásicas vacaciones de playa se hacen cada vez más cuesta arriba o, incluso, imposibles para muchas familias.

Así lo corrobora Manuel Seguín, el coordinador del Campamento Urbano de Amencer: "Sigue habiendo un número muy alto de niños para los que esta cita supone la única actividad que hacen en verano; creemos que para más del 50% de los niños", a falta de confirmación, que se dará en las próximas fechas. El año pasado, el porcentaje se situó en el 61%.