L. R. R., de 75 años y viudo desde hace uno, trabajó durante varios lustros en Alemania. Tenía 40.000 euros en efectivo además de varias joyas en la vivienda en la que reside solo en Baxeles, una aldea del concello ourensano de Vilamartín de Valdeorras en la que solo hay 33 habitantes. Cuatro atracadores, tres hombres y una mujer, se presentaron en su domicilio ayer, a las tres de la tarde. Tras exigirle el dinero y agredirle con la culata de una pistola y un objeto contundente, abandonaron la vivienda en una furgoneta con el dinero y las alhajas como botín.

Es probable que supieran que este emigrante retornado guardara semejantes bienes en su domicilio. Como ardid, la mujer implicada se presentó en la casa diciendo que acudía a hacer una encuesta. La cuidadora del septuagenario le abrió la puerta y el grupo aprovechó la ocasión para entrar. Al parecer, dos de los autores llevaban la cara tapada.

Acento sudamericano

La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando. Los delincuentes llegaron armados con una pistola y tenían acento sudamericano, según fuentes del caso. La mujer que atendía a la víctima fue maniatada en planta baja del domicilio. Acto seguido, los delincuentes fueron en busca del propietario. El señor recibió varios golpes en la cabeza con la culata del arma y otro objeto contundente. Aunque su estado no revestía gravedad, según la Guardia Civil, fue trasladado a un centro sanitario para tratar sus heridas. Una vez logrado el dinero del interior de dos cajas fuertes así como las joyas que eran propiedad de la difunta esposa, los delincuentes se subieron a una furgoneta de grandes dimensiones y de color blanco, según los testigos, y se dieron a la fuga. La víctima desató a la mujer que lo atendió y dio la voz de alarma.

La Guardia Civil estableció un operativo de búsqueda y la Policía Judicial tomó las riendas de la investigación, después de que la central del instituto armado recibiera la llamada a las 15,08 horas de ayer.

Los atracos como el de Vilamartín totalizaron 69 casos entre enero y junio de este año, en toda la provincia de Ourense. Según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior, este tipo de delito, el catalogado como robo con violencia e intimidación, cayó un 11,5% con respecto al primer semestre de 2015.