Las altas temperaturas y el viento condicionaron ayer la extinción de un incendio declarado a primera hora de la tarde en Lobios. El frente se extendió hasta el municipio limítrofe de Muiños. Al cierre de esta edición, permanecía activo tras haber arrasado más de 35 hectáreas de monte, según la estimación provisional aportada por la consellería de Medio Rural. Un peón conductor tuvo que ser trasladado, poco después del inicio, a consecuencia de un golpe de calor. Fue trasladado en ambulancia al Punto de Atención Continuada (PAC) de Bande. Recibió el alta y pudo marcharse a su domicilio.
Se trata del mayor incendio forestal registrado en lo que va de verano en la provincia de Ourense, que ayer tenía la totalidad de su territorio -575.000 hectáreas de superficie forestal- teñido del color carmesí que representa el riesgo extremo de incendio forestal (más de un 81 % de probabilidades de que el monte arda), según el índice diario que elabora la Xunta.
Favorecidas por el calor y el viento, las llamas comenzaron a las 14,30 horas en la parroquia de Torno (Lobios) y avanzaron a primera hora de la tarde sin control, hasta el punto de que se llegaron a replegar los medios terrestres ante el riesgo de verse atrapados por el fuego, según fuentes no oficiales del servicio de extinción.
Las llamas, cerca de una aldea
En el operativo participaron los GES de Lobios y Muiños -cuyos efectivos cortaron la cabeza del fuego para impedir que pusiera en peligro la aldea de Parada de Ventosa -, así como la brigada helitransportada BRIF, con base en Laza. Según los datos de Medio Rural, fueron movilizados 1 técnico, 4 agentes forestales, 12 brigadas, 8 motobombas, 1 pala, 5 helicópteros y 2 aviones. La zona es de difícil acceso por tierra, por lo que exigió a las brigadas y complicó la extinción.
En la parroquia carballinesa de Cabanelas también hubo ayer un incendio aunque las llamas fueron controladas rápidamente. Ardieron 0,08 hectáreas de monte raso. A las 22 horas se declaraba otro fuego forestal en Carballeda de Valdeorras.
