El exteniente de alcalde de Manzaneda, Herminio Cereijo, vivió un auténtico martirio entre 2008 y 2013. Llegó a recibir, vía postal, 135 cartas en las que una persona anónima le insultaba con todo tipo de groserías y le advertía de males futuros. Durante cinco años aguantó que le escribiesen que era un "viejo sarnoso", una "rata de cloaca" un "ladrón" y cosas peores. Además, los mensajes le vaticinaban la muerte de diferentes maneras. Tanto su cabeza "rodaría por el pueblo" como su casa, su perro y su taller "iban a volar". En plural le advertían de que no le dejarían "vivir tranquilo nunca más" y por veces le anunciaban que le habían perdonado la vida aunque nunca de manera tranquilizadora: "este sábado estuvieron a punto de darte un tiro", "estuvimos a punto de pincharte", "vamos a acabar contigo sea de una manera o de otra". Así hasta que en 2013 una mujer con la que había mantenido una relación sentimental que duró tres años fue detenida como presunta autora de los anónimos que, para disimular, supuestamente se había llegado a enviar a sí misma.
Cereijo fue el primer sorprendido porque, aunque reconoció entonces que la relación había sido tormentosa a causa de los celos de la mujer, siempre había creído que tras los anónimos se ocultaban intereses políticos.
El caso llega ahora al Juzgado de lo Penal. Ayer estaba señalada la vista oral pero se suspendió porque la acusada, M.A.F.C., está enferma. El Ministerio Fiscal la acusa de un delito continuado de amenazas o alternativamente de coacciones en concurso con injurias y solicita una pena de dos años de prisión, multa de siete meses con una cuota diaria de 12 euros y el pago de una indemnización al exedil de 9.000 euros por los daños morales que presuntamente le causó durante cinco años. También propone la prohibición de acercarse a él a menos de 500 metros durante 5 años.
En su defensa, la mujer ha admitido que entre octubre de 2012 a 2013 llegó a remitir algunas cartas de contenido injurioso que tenían que ver con el un estado emocional derivado de la relación de pareja, pero en ningún caso de tipo amenazante y menos de contenido político.
