Uno de los problemas que más ha soliviantado a los vecinos de As Lagoas que viven en el entorno de la residencia es precisamente que la acera que está colindante a ese edificio estudiantil sigue cerrada desde hace dos años, y eso les obliga a cruzar la calle varias veces de una acera a obra para ir a sus casas, con el consiguiente riesgo vial para los peatones.

Según fuentes de la junta de compensación, la acera no puede a reabrirse hasta que el concello reciba todo el proyecto y de licencia, porque se han realizado modificaciones y nuevas obras en su subsuelo y si se produce algún accidente o caída al reabrirla sin licencia previa, la responsabilidad sería de la empresa.