Andrea Hentschel Encinas cursa tercero de Derecho en el campus de Ourense y tiene 20 años. El primer cuatrimestre hizo las maletas y se fue al sur de Italia, a la Universidad de Salerno. Era la primera vez que se apuntaba a un programa internacional y también la primera vez que iba a vivir en el extranjero, lejos de sus padres. Tomar esta decisión no fue fácil, reconoce. Hacía más de un año que ella y una compañera de estudios se habían planteado la posibilidad de solicitar esta beca. Pero cuando ya era definitivo le asaltaron las dudas. "Me planteé muchas veces si irme o no, y al final me fui. No me arrepiento para nada, ha sido una experiencia nueva y única que merece la pena vivir", relata.

Admite que "a nivel estudios no vas a aprender lo mismo", pero son muchas las ventajas y los beneficios que se adquieren en muy poco tiempo: "He podido aprender un nuevo idioma, he aprendido a vivir sola, he visto cómo es mi carrera y el Derecho en general en otro país, he viajado y he conocido a mucha gente", enumera Andrea.

Eligió Salerno porque creyó que le sería mejor adaptarse en una ciudad pequeña como la suya, Ourense. Y así fue. "Ourense no es una mala ciudad para vivir el Erasmus, el nivel de la universidad es bueno", aunque echa de menos más presencia de alumnos extranjeros aquí: "Es mas fácil para los estudiantes Erasmus vivir en una ciudad en la que no se es el único extranjero". En su caso, "tener buena relación" con otros alumnos en su situación le hizo mas fácil la adaptación.