"Crisis en la Concejalía de Comercio". Con esta frase se despachaba ayer el grupo socialista en el Concello de Ourense que culpa a la titular de esta área, la edil del PP Ana Morenza, del "caos" . Aseguran en el PSOE que "desde finales del mes pasado Ourense no cuenta con ningún funcionario municipal habilitado para la vigilancia y control de la colocación de veladores en la ciudad, y por lo tanto nos encontramos en una situación caótica, especialmente entre los vecinos y hosteleros de la zona de los vinos en el casco histórico".
Según estos hosteleros "no se vigila, ni se controla, ni se emiten partes de denuncia ante la colocación de terrazas ilegales o no autorizadas desde finales del mes de mayo", indica la edil del grupo socialista Juana Ageitos. Según Ageitos, "habida cuenta del aumento significativo de solicitudes, denuncias y supervisión de la colocación de veladores y de ocupación de vía pública registradas en los últimos años y la intención de llevar a cabo la futura aprobación y entrada en vigor de la nueva ordenanza de veladores, desde el Servicio de Abastos, Comercio, Industria, Mataderos y Mercados de la Concejalía de Comercio, se hace imprescindible contar con una persona que realice las funciones de Inspección Auxiliar de Comercio, un puesto que figura actualmente vacante en la RPT de este Concello, desde el pasado mes de mayo al rematar la comisión de servicios del funcionario que ocupaba dicho puesto".
Tratándose de funciones especiales que no están asignadas específicamente a ninguno otro funcionario dentro de la RPT del Concello, apunta el PSOE, y teniendo conocimiento de que estas tareas pueden estar encargándose a otros funcionarios de manera irregular, "hemos solicitado un informe jurídico sobre si los agentes de Policía Local tienen entre sus funciones las de llevar a cabo las tareas encomendadas hasta ahora al Inspector de Comercio y que se encuentran contempladas en su ficha de la RPT correspondiente" .
El PSOE cree que "Ana Morenza debería presentar su dimisión, cuando ya quedó patente su incapacidad de gestión, previsión y falta de consenso que provocaron que fracasara el concurso de la plaza de abastos de A Ponte que quedó desierto".
