Por un botín de 5 euros, M. J. H. pagará con 3 años de cárcel. Ayer reconoció en el juicio los dos delitos que cometió el pasado 18 de marzo, cuando atracó a dos jóvenes y después fue detenido por la Policía Local, en posesión de una pistola manipulada y, por lo tanto, cuya tenencia es ilegal. La Fiscalía solicitaba, inicialmente, una condena de 5 años y 5 meses de prisión más una multa. Con su conformidad, la condena se ve rebajada a 3 y la sanción económica queda en 60 euros.

El acusado, de 31 años y con múltiples antecedentes que no computan como agravante, abordó la madrugada del 18 de marzo a dos jóvenes cuando ambos caminaban por el paseo del Miño, en dirección a las termas de A Chavasqueira. Les dijo que no fueran porque las termas estaban inundabas. Los chicos se dieron la vuelta en dirección a la ciudad. El acusado caminó cerca de ellos y les pidió un cigarro, que le dieron. Un poco más adelante, el acusado dio un puñetazo desde atrás, y por sorpresa, a uno de los jóvenes, que cayó el suelo. Exigió a ambos que le dieran dinero. Los cacheó a los dos pero solo consiguió 5 euros.

Arma modificada para disparar

Cerca de la Ponte Vella, lograron escapar. Poco después encontraron a unos agentes de la Policía Local y relataron lo sucedido. Los municipales los localizaron y registraron. Además del dinero sustraído, los agentes encontraron en su poder una pistola del calibre 6,35 milímetros que había sido manipulada para adaptarla al disparo. El arma, cargada con 5 cartuchos, estaba en perfecto estado de funcionamiento y capacitada para poder disparar.