La ciudad de Ourense celebró la procesión del Santo Entierro más multitudinaria que se recuerda, en la línea que intenta imprimirle el titular de la diócesis, Leonardo Lemos Montanet, que quiere potenciar la celebración de la Semana Santa, siguiendo el modelo de su Ferrol natal. Participaron en la procesión mueve pasos, de gran significación artística y religiosa, procedentes de la catedral y de varias parroquias del entorno. El deán de la basílica ourensana, José Pérez Domínguez, apunta la posibilidad de que en próximas ediciones se sumen a la marcha la talla de la Oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní -una pieza importante, desde el punto de vista artístico-, del Seminario, pero requiere que se acometa una restauración y que se cree una cofradía que se encargue de portearla durante la procesión, y la de la Crucifixión del Señor (siglo XVIII), de la iglesia de Santo Domingo. El problema de esta talla es que "está muy endeble, muy débil en su estructura", por lo que necesita "una restauración en profundidad, más importante y especializada, para que no se dañe la imagen y todo el conjunto de la crucifixión".
El deán de la catedral advierte de que se trata de "una pieza muy importante", desde el punto de vista artístico, por lo que la restauración podría costar más de 50.000 euros". La intervención tendría como finalidad "consolidar la pieza y que aguante las vibraciones", para que pueda ser porteada en la procesión del Santo Entierro.
Entre los avances logrados, hay que destacar que un joven cantó por primera vez una saeta en la praza Maior, ante la talla de la Virgen Dolorosa, con "un gran sentimiento religioso y espiritual", que causó una gran emoción entre las personas que participaron en la procesión del Santo Entierro, por lo que fue muy aplaudida. El deán de la catedral avanza que hay "varias personas" que tienen previsto secundar esta iniciativa el próximo año, entre las que se encuentra su hermano Enrique.
Participaron en la procesión, el viernes a partir de las 20 horas, los pasos de la Dolorosa, el Cristo Yacente y el Cristo de la Flagelación, de la catedral; el Cristo del Perdón, de Velle; la del Nazareno, de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús; la Virgen de Fátima; la Última Cena, del movimiento de la Oración Nocturna; la Cruz Desnuda, de la parroquia de Cristo Rei; y el Santo Cristo de Ourense, de la parroquia de Mariñamansa.
Los cofrades echaron de menos la participación de la Banda de Música de Ourense. Intervinieron en su lugar la de O Carballiño y grupos de gaitas de Verín y Queixume dos Pinos.
