En el Paseo del Barbaña, que atraviesa longitudinalmente Ourense y es uno de los atractivos para pasear y hacer deporte sin salir del entorno urbano, los ladrones de cobre hacen visitas regulares. Cuatro robos se han registrado desde marzo de 2015 en la zona. Se han llevado cerca de 4 kilómetros de material. Del último hecho dio cuenta ayer el Concello de Ourense. Autores desconocidos se apoderaron el 28 de enero de 300 metros de cableado tras forzar las farolas y arquetas.

Los ladrones no solo privaron de luz a los vecinos del tramo final del Paseo Barbaña, en la salida de la ciudad hacia el núcleo rural de Seixalbo, en la margen derecha del río, sino que causaron elevados desperfectos. De nuevo, el erario público se ve afectado por una conducta antisocial. Los autores del último delito ocasionaron unos desperfectos aproximados de 4.000 euros, según la primera valoración efectuada por el ayuntamiento de la capital. Ourense tiene que hacer frente a un promedio de 12.000 euros al mes en gastos ocasionados por este tipo de hechos y otros casos conocidos de vandalismo.

Aunque la última estadística de la Policía Local señala un descenso de este tipo de sucesos, desde los 83 a 75 episodios anuales, la factura para las arcas municipales por destrozos en dotaciones y mobiliario públicos es de unos 12.000 euros al mes, según manifestaron fuentes municipales. El último balance indica que los desperfectos más habituales son acciones contra la propiedad privada (15) y vehículos (14), las pintadas (14) y los ataques a contenedores (7).

Los vecinos informaron de la falta de luz en la zona donde ocurrió el robo. Operarios del servicio eléctrico constataron el delito. Los ladrones forzaron las arquetas y las farolas y cortaron el cable para llevarse el metal.

En marzo de 2015, los ladrones se llevaron 1.472 metros de cable en una zona próxima. El 14 de mayo, un kilómetro en el tramo entre el Polvorín y el Paco Paz. El 10 de noviembre lograron otros 1.000 metros entre el polideportivo y la rúa Ermida.