La provincia de Ourense es la que más corrigió el precio de la vivienda pero esto no ha favorecido un incremento de las ventas. A lo largo de 2015, el valor del metro cuadrado se redujo en un promedio de 0,8 por ciento, el doble de lo que bajó en el conjunto de Galicia, donde la reducción media se situó en un 0,4%. A Coruña y Pontevedra subieron ligeramente el precio en un 0,2 y un 0,1%, respectivamente, y en Lugo cayó un 0,2%. De tal forma que Ourense cerró ejercicio con un precio medio de 1.410 euros el metro cuadrado (más alto que Lugo, donde está a 1.175 euros) y siendo la provincia en la que menos transacciones inmobiliarias se realizaron, tal y como refleja el informe anual del mercado de la vivienda elaborado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, Fegein.
En definitiva, 2015 fue un año malo para Ourense en términos de compraventa de vivienda, ya que fue la provincia en la que menos operaciones se realizaron alcanzando meses con mínimos históricos como sucedió con noviembre, en el que solo se produjeron 72 ventas. En todo el ejercicio se vendieron 1.231 inmuebles, entre los que se incluyen viviendas nuevas usadas. Esta cifra representa únicamente el 10% del total vendido en Galicia, que suma 12.358 transacciones realizadas.
El presiente de Fegein, y responsable también de la federación provincial, Benito Iglesias, señaló que este año que se cierra se impuso la venta de vivienda de segunda mano sobre la nueva "como consecuencia de la reducción del stock inmobiliario y ante la ausencia de nuevas promociones". Esta será la tendencia también en el año que se inicia, en el que la demanda principal, tanto para comprar como para alquilar, se centra en pisos con tres dormitorios.
Asimismo, también apunta que se mantendrán las ventas de vivienda de segunda residencia a clientes foráneos, aunque esta se produce con menor incidencia en Ourense. En el conjunto de Galicia, indica Iglesias, "el interés del cliente extranjero por las viviendas vacacionales se recupera por su corrección de precios", de hecho, afirma que un 65% de los inmuebles de segunda residencia vendidos en Galicia son efectuadas por compradores foráneos. En cuanto a los precios, prevé una estabilización.
