El número de viajeros que visitó la provincia durante el pasado 2015 creció con respecto al año anterior pero no lo suficiente como para remontar las cifras anteriores a la crisis. Ourense, a diferencia del resto de las provincias gallegas, mantiene datos de viajeros y pernoctaciones muy alejados todavía de los registrados en 2008, año del inicio de la crisis económica.

De hecho, el conjunto de Galicia recibió a lo largo del pasado año medio millón de visitantes más que cuando se inició la regresión. A Coruña y Lugo son las provincias que más han tirado del turismo, con 400.000 y 200.000 visitantes más, respectivamente, en estos siete años, mientras que Pontevedra, aunque ligeramente por debajo (17.000 viajeros menos) se acerca a las cifras de 2008.

Así lo refleja la encuesta de coyuntura turística hotelera que ayer publicó el INE con los datos del mes de diciembre y el resumen de 2015. El apartado que más se resiente en Ourense es el de las pernoctaciones, que se recuperan a un ritmo más lento. El año pasado la provincia recibió 286.370 viajeros y registró 541.735 noches de hotel, lo que supone una estancia media de 1,89 días. Son 24.000 visitantes y 41.000 pernoctaciones más que en 2014, lo que supone una mejora considerable en el corto plazo de un año, pero menor si se compara con las cifras que se registraban en 2008, antes de que estallase la burbuja inmobiliaria que llevó a la grave crisis económica. Aquel año se cerró con 323.000 visitas y 616.500 pernoctaciones.

En lo que se refiere al mes de diciembre, la provincia recibió 18.556 viajeros, de los que 1.509 eran residentes en el extranjero. Los hoteles registraron un total de 31.505 pernoctaciones y la estancia media fue de 1,7 días.