El alcalde de Carballeda de Avia, Luis Milia, presume de que el 80 por ciento de la población de su concello cuenta con aguas residuales saneadas y vertidos limpios al río Maquians donde a 200 metros coge agua Ribadavia, y las plantas potabilizadoras abarcan casi toda la población. Dice que se gastó en ello 2.700.000 euros y "no se le da importancia" por ser algo que no se ve.

Antes se hacían vertidos mediante fosa séptica pero "eso no funciona" porque arrastra tierra, áridos y demás y "se convierten en pozos negros y lo que se vierte al río o terrenos va sin depurar.", comenta. Recuerda que antes había en Carballeda unas 31 fosas y ahora solo funcionan tres. Las poblaciones más numerosas, Abelenda y Carballeda, están cubiertas en saneamiento y red potabilizadora.

Señala que en la provincia hay unas 500 traídas de comunidades de vecinos sin control sanitario de las aguas, y en su concello se gastó mucho dinero pero "dentro del rural somos el ayuntamiento que mejor tratamos nuestras aguas residuales, con garantías, y suministramos el agua en condiciones sanitarias a la población". Destaca que cuenta con una depuradora de residuales biológica, sin químicos, con capacidad para 2.500 personas, y de ahí salen lodos que son buenos abonos.