La oficina técnica de sequía de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, CHMS, coordina desde el pasado mes de julio el seguimiento y vigilancia de los niveles de todos los ríos de la provincia que se encuentran por debajo de lo habitual debido a la ausencia prolongada de lluvias. En una situación de normalidad, esta tarea correspondería a la oficina de planificación hidrológica pero el organismo de cuenca declaró la situación de prealerta el pasado 23 de julio y así se mantiene cinco meses después. Apenas ha llovido este tiempo y las pocas precipitaciones registradas solo han servido para evitar que la situación se agrave.

En todo caso, desde la CHMS aclaran que no es una situación preocupante ya que todos los ríos mantienen el caudal ecológico por lo que el abastecimiento en toda la provincia está asegurado. En la capital continúa activado el bombeo desde el Miño debido al precario estado del embalse de Cachamuíña, del que se abastece habitualmente la ciudad a excepción de los meses de verano.

Las medidas que lleva asociadas el estado de prealerta se centran en la concienciación ciudadana a través de campañas de ahorro para que la reducción del consumo sea voluntaria. Y para garantizar la disponibilidad. La CHMS revisa los programas de desembalse y pone en marcha sistemas de refuerzo.

Los datos que maneja la Confederación apenas han variado con las lluvias de los últimos días. Según consta en los últimos informes, las precipitaciones en la provincia se encuentran por debajo de los valores medios. Desde el inicio del año hidrológico se acumulan 235 litros por metro cuadrado, un valor muy por debajo de la media histórica. Entre 1980 y 2006, durante este mismo período, la media acumulada era de 333 l/m², lo que implica una caída del 30% en el registro de agua de lluvia. El peor dato corresponde al mes de noviembre, excesivamente seco, con solo 50,9 litros acumulados por metro cuadrado, lo que supuso un descenso del 65,6 por ciento respecto a la media de 148 l/m².

Esta ausencia de precipitaciones ha provocado que los niveles en todos los ríos de la provincia se encuentren más bajos de lo habitual, según confirma la CHMS, con especial incidencia en la comarca de A Limia, en los ríos Caldo y Limia, así como en el Arenteiro en O Carballiño, en el Barxas en Padrenda, y en el Arnoia en el municipio del mismo nombre y en Pontefreixo. Asimismo, los datos recogidos por la oficina técnica de sequía constatan caudales medios diarios e intervalos horarios más bajos de lo normal para estas fechas en el Miño a su paso por Ourense, el Sil en O Barco y el Avia en Leiro y Ribadavia. No obstante, precisa la Hidrográfica que estos parámetros están condicionados por el régimen de caudales de las centrales hidroeléctricas de Velle, Pumares y Albarellos, respectivamente. De hecho, a pesar de la sequía, los embalses se encuentran al 68,3% de su capacidad total, prácticamente en la media de los últimos 16 años.