El contagio de dos trabajadores del servicio municipal de Limpieza, que realiza en régimen de concesión Ecourense, de legionela, provocó que ayer el Concello de Ourense procediese a la apertura de una expediente informativo. El problema está relacionado con el baldeo de las calles con agua bruta que se capta directamente del Miño, y que provocaría el contagio de los dos operarios, uno en septiembre, que ya fue dado de alta, y otro más reciente, en concreto el pasado lunes 19 de octubre, cuando ingresó en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), donde permanece.

La decisión del Concello de proceder a la apertura del expediente se produce después de que Sanidad detectase dos casos de contagio por legionela de dos operarios de la empresa concesionaria de limpieza. Esto llevó a que el alcalde, Jesús Vázquez, y el edil responsable del área, José Araujo, mantuviesen ayer una reunión de urgencia con los responsables de Ecourense, a los que requirieron toda la información relacionada con los sucedido, para posteriormente "actuar en consecuencia".

Lo que se explica por parte del Concello, es que el primer caso, detectado por Sanidad en septiembre de un operario que ya fue dado de alta, fue considerado "aislado", pero ordenó a la empresa de limpieza adoptar las medidas contempladas en el protocolo, para subsanar el foco de la bacteria.

Pero al detectarse un segundo caso, con el ingreso el pasado lunes de otro trabajador, Inspección de Sanidad constató que no se habían adoptado las medidas ordenadas a finales de septiembre, después de producirse el primer contagio. De ahí que ordenase la paralización e inmovilización de los vehículos de baldeo de agua bruta durante estos días, ya que las correspondientes comprobaciones fundamentan que no se adoptaron esas medidas.

Sanidad tiene previsto realizar el próximo lunes, 26 de octubre, una nueva inspección en las instalaciones de la empresa concesionaria del servicio de Limpieza. Mientras, y como medida de prevención, el baldeo de agua de las calles de la ciudad que desde hace tres años se realiza con agua bruta (sin clorar, captada directamente del río Miño) pasa a realizarse de forma manual y con agua clorada de la red municipal.

Preocupación

Una situación de la que no tenían ninguna noticia los trabajadores, como así lo aseguraron ayer a FARO, además de dejar patente su preocupación, sobre todo aquellos que habitualmente utilizan las baldeadoras. Así, uno de estos operarios explicó que la confirmación oficial de que pasaba algo la tuvo en la mañana de ayer, cuando un capataz le comunicó que no se baldearían las calles debido a que un compañero "había dado positivo en legionela y estaba ingresado".

Pero lo que denuncian representantes de los trabajadores de la empresa, una vez que tuvieron más información, es el "ocultismo", y el intento de "tapar" todo lo que estaba sucediendo, algo que consideran de "especial gravedad", por entender que "se está jugando con la salud de los trabajadores".

Además, revelan que hace un año que no se reúne el comité de prevención de riegos laborales, al no ser convocado por parte de la empresa a pesar de los requerimientos que se le hicieron al respecto, ni se informa de diferentes incidencias que suceden, y que supone un "riesgo real" para los trabajadores".

En este sentido, dicen desconocer que se produjese un primer caso, en septiembre, y que por parte de Sanidad se ordenase la adopción de medidas. Sobre esta cuestión, tienen claro que se les debió comunicar por parte de la empresa, y que por parte del Concello se debió tomar medidas al respecto, ya que "no se puede jugar alegremente con la salud de los trabajadores".