El balance es demoledor en Ourense. En un periodo de tres meses de un verano negro, los incendios forestales devastaron cerca de 7.000 hectáreas. Hubo 5 frentes muy peligrosos, con riesgo para personas, casas y otras propiedades. El gran incendio de Cualedro, Xinzo, Baltar y Trasmiras fue el más virulento: en 10 horas "que parecían una guerra", como recuerda el alcalde del primer municipio, ardieron una media de 7,5 hectáreas por minuto. Hoy termina la campaña de máximo riesgo de incendios (julio a septiembre). En Ourense se malogró el triple de la superficie afectada por el fuego en toda Galicia en 2014, cuando un verano atípico, con lluvias abundantes, dio un respiro. Hasta el final sigue habiendo incendios, aunque de menor dimensión. Ayer en Lobios.