La ayuda de las instituciones públicas sería providencial para agilizar la posible labor de acogida en Ourense que hará Cáritas, pero, como indica Ángel Feijóo, "si no la hubiera, tenemos nuestros recursos, lo que no podemos es repartirnos las personas como si fueran boletos, hay que adaptarse a la situación personal que arrastre cada refugiado y darle a cada uno la mejor opción".

Reconoce que Cáritas no ha trabajado con atención a refugiados de guerra en Ourense, pero tiene cierta experiencia en algo parecido "como es el programa de acogida a mujeres víctimas de trata de blancas". En este caso las mujeres suelen ser inmigrantes que han llegado engañadas a España y que están sin papeles .

Cáritas se encarga de conseguirle papeles, asesoramiento, protegerlas y en este caso formarlas para que puedan tener acceso al mercado laboral en Ourense y escolarizar a sus hijos, "si los hay", explica.