Los servicios anexos de la antigua plaza de A Ponte empiezan a tener destinatario. El espacio principal que se dedicará de nuevo a mercado, pero con un concepto novedoso que conciliará venta de productos frescos, degustación e incluso actividades culturales, está en fase de estudio y tendrá que esperar "un poco más", según José Araújo, "para decidir el modelo de gestión". A estas alturas de los seis placeros que había antiguamente, cinco se jubilaron y solo una pescadera sigue trabajando en el sector.