Las Fuerzas de Seguridad detuvieron ayer, a primera hora de la noche, a un hombre como presunto autor del incendio de Palmés, a las afueras de Ourense. Un fuego que al cierre de esta edición continúa activo, en nivel 2 y que ya ha quemado más de cien hectáreas.

El incendio se inició a las cuatro de la tarde y que afectó también a Amoeiro puso a todo el pueblo en vilo en cuestión de minutos. La virulencia que alcanzaron las llamas, avivadas por el viento, pusieron en jaque a medios de extinción y vecinos que se echaron a la calle para intentar atajar el fuego con sus propios medios. También la capital de As Burgas puso su mirada en este siniestro que levantó una gran columna de humo por detrás del Seminario Mayor y enseguida cubrió el cielo de negro.

A las seis menos cuarto de la tarde, la Xunta activó el nivel 2 de emergencia al existir peligro para las viviendas y las granjas en el pueblo de Naves, donde el fuego cercó las casas tras cruzar la carretera. En ese momento los vecinos se esforzaban por evitar que las llamas quemasen sus propiedades y la alarma se instalaba en la parroquia, donde los vehículos tuvieron que ser cambiados de lugar en varias ocasiones por miedo a que llegase el fuego, que llegó al campo de fútbol.

El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez y el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, visitaron el terreno y comprobaron el devastador efecto del fuego que en poco tiempo calcinó 40 hectáreas y a las diez de la noche ya había afectado a otras 60 y seguía activo. El director xeral de Medio Rural e Montes, Tomás Fernández-Couto, también se personó para coordinar la extinción y protección de la población. Dos trabajadores de los medios de extinción, un agente forestal y un brigadista que intentaban frenar el avance del fuego en Neves fueron evacuados en ambulancia, afectados por una intoxicación de humo de la que se recuperan favorablemente.

Ambos trabajadores formaban parte de un operativo compuesto por tres agentes, doce brigadas, cuatro motobombas, seis helicópteros y diez aviones, un importante despliegue en el que también participó el Ministerio de Medio Ambiente enviando un avión anfibio y dos de carga en tierra. También a última hora de la noche se movilizó a la Unidad Militar de Emergencias, con base en León.

Además de este fuego, al cierre de la edición quedaba activo otro frente en Arzádegos, Vilardevós, que se declaró a las 18 horas y afectaba ya 57 hectáreas arboladas. También estaban activos otros dos incendios en Sabadelle, Pereiro de Aguiar, y A Granxa, Oímbra. A las 20,40 se dio por controlado el fuego de Gález, Entrimo, que ardía desde las 22 horas del lunes y que afectó a 20 hectáreas. En la misma situación estaba el de Santigoso, A Mezquita, que comenzó a las 8 de la mañana de ayer y en seis horas se había llevado por delante 100 hectáreas de espacio protegido por la Red Natura.