El gobierno del PP anunció ayer en sesión plenaria que no se cambiará la red de abastecimiento del pueblo de Loiro hasta que no se compruebe que está en mal estado, y que la solución pasa por asumir el Concello los costes de las obras para bombear agua desde Bentraces. Por ello, votó en contra de las mociones presentadas por el PSOE y BNG en las que coincidían en pedir una mejora de la red. Asimismo, el PSOE lamentó que no se actuara desde el ayuntamiento cuando hubo quejas de varios vecinos que tuvieron problemas cutáneos provocados supuestamente por la presencia de arsénico en el agua.

De "desidia, dejadez, abandono, pasotismo, negligencia, desinterés", califica la oposición el comportamiento del gobierno popular ante el problema de contaminación en Loiro, donde los vecinos de momento siguen recibiendo un suministro contaminado. Y aunque el alcalde anunció que asumirá los 15.000 euros que cuesta el bombeo desde Bentraces, lo cual aún no se sabe cuando se hará, el BNG desconfía de esta solución ya que "cuando se meta esa agua por la red de Loiro ya se verá si se soluciona el problema porque la red es muy vieja y solo la piensa reparar en los tramos más necesarios".

Por su parte el PSOE reprocha que tuvo que ser una inspección rutinaria de la Consellería la que puso al descubierto la presencia de arsénico en el agua, y "fue entonces cuando las autoridades locales se vieron en la obligación de actuar y ejercer la competencia de velar por la salubridad pública. Pero hasta ese momento los vecinos estuvieron bebiendo agua con unos niveles elevadísimos de arsénico".

El alcalde, Xosé Manuel Freire, afirmó que cada dos meses se realizaron análisis rutinarios del agua de Loiro y no se encontró nada. Asimismo, justificó la aparición de niveles muy altos de arsénico en el hecho de que cambió la normativa vigente. Antes se permitía hasta 20 unidades de gramo por litro, y ahora el mínimo pasó a 10.

Asimismo, negó cualquier tipo de negligencia del Concello, anunció el nuevo bombeo, y dijo que no se va a reponer la red porque antes de que llegue agua a las casas "se van hacer análisis y si la actual red funciona, de momento no se va a reponer". En cambio se procederá a la limpieza del actual depósito y una vez saneado y después de los correspondientes análisis, "se decidirá si se sigue utilizando". Por lo que el PP votó en contra de ambas mociones.

Los socialistas reprocharon que "dado que la red y la gestión va a ser realizada por una empresa y la va a costear el Concello, "lo normal es que los vecinos, que en su día pagaron la instalación, reciban una contraprestación", algo que Freire rechazó asegurando que los vecinos cedieron en dos asambleas la gestión del agua al Concello y ahora tendrán que pagarla. El BNG también critica que sea el Concello pague las obras y la empresa nada.

Otro punto del pleno fue la modificación de la ordenanza reguladora del impuesto del IBI, bajarlo del 0.5 al 0.4. El PSOE presentó seis alegaciones y el PP aprovechó dos de ellas para introducir una nueva bonificación, fraccionando el pago semestralmente para los impuestos de más de 200 euros, (el PSOE proponía fijar el límite en 150), pero con la condición de que los recibos sean domiciliados. El PSOE tilda de oportunista esta mezcla de las alegaciones socialistas, reprochándole a Freire que no hiciera el PP su propia propuesta y se aproveche de las iniciativas socialistas. Por su lado el BNG propuso bonificaciones a determinadas familias según ingresos, y a las numerosas, así como subir el IBI a las casas vacías, pero todo fue rechazado. Asimismo, ve oportunismo electoral en esta modificación del IBI por el PP justo ahora, cuando desde hace años la pedía la oposición.