Cierre de empresas, paro y precariedad, pero también emigración. La crisis económica no da respiro a la provincia de Ourense, que en todos los estudios que periódicamente publica el Instituto Nacional de Estadística, INE, refleja datos negativos. Los que se conocieron ayer sobre fenómenos demográficos y movimiento natural de la población revelan una realidad que llevan meses denunciando los sindicatos: la emigración juvenil se dispara ante la falta de oportunidades para los titulados.

En 2008 la tasa media de emigración se situaba en un 3,2 por mil y cinco años después se ha elevado al 5,2. Pero lo más significativo es el repunte en las franjas de edad en las que se sitúan los jóvenes, la mayoría titulados universitarios, que se ven obligados a abandonar la provincia en busca de su primer empleo. En 2008 partían con destino al extranjero 4,3 chicos de 20 años por cada mil. A cierre de 2012 esta cifra se cuadriplicó pasando a 16,3. Este es precisamente el tramo de edad con mayor tasa de emigración en Ourense, según los últimos datos publicados por el INE.

Este flujo migratorio con billete de ida que antes de la crisis económica se repartía sin grandes diferencias por todas las franjas de edad, se concentra ahora en el tramo entre 20 y 33 años. En 2008, la tasa más alta la registraban los jóvenes de 23, pero no llegaba al 11 por mil. A día de hoy, hay ourensanos que dejan la provincia para buscarse una oportunidad fuera avanzada ya la treintena, una edad en la que ya deberían tener un empleo estable e incluso familia.

La tasa bruta media de emigración, situada en el 5,2 por mil en 2012 contrasta con la de inmigración, que se encuentra según los últimos datos publicados por debajo, en el 4,8. Este índice también refleja una caída importante (casi dos puntos) en el último año y se sitúa muy lejos del 7,6 de 2008 cuando todavía no había comenzado la crisis. La falta de oportunidades afecta también a los inmigrantes que regresan a su país de origen o simplemente cambian de destino en busca de empleo.

Estos movimientos de idas y venidas han provocado que por primera vez el saldo migratorio en la provincia a cierre de 2012 sea negativo, -0,4 frente al 4,3 de 2008.

1.862 bebés

Por otro lado, el INE publicó ayer también los datos de nacimientos, defunciones y matrimonios correspondientes al año 2013 que, una vez más, dibujan una provincia envejecida. De hecho, solo nacieron 1.862 niños en todo el año, 71 menos que el ejercicio anterior. Frente a esta baja natalidad, se registraron 4.538 defunciones. De estas cifras se desprende también que la población más joven se concentra en la capital, mientras que los mayores dominan en el censo del resto de municipios. Casi la mitad de los nacimientos, en concreto 858, se produjeron en la capital, donde solo se registró uno de cada cuatro fallecimientos.

Por otro lado, en 2013 se celebraron 868 matrimonios, de los cuales más de la mitad, 516, se formalizaron por la vía civil, la opción favorita por los contrayentes desde hace unos años. El matrimonio católico fue elegido por 339 parejas. Hace 10 años hubo 765 bodas religiosas frente a 358 civiles.