José Manuel González Rodríguez, un vecino de O Barco de Valdeorras de 60 años de edad, permanecía desaparecido desde que el pasado 29 de mayo salió de su casa con la intención de acudir a pescar a la localidad leonesa de Puente de Domingo Flórez. Su ausencia puso en alerta a su compañera sentimental, que horas más tarde acudió a la Guardia Civil para presentar denuncia. Ayer, después de once días de búsqueda infructuosa, fueron localizados sus restos.

Durante once días un operativo que concentró el rastreo en el río Sil, entre o Barco y Vilamartín de Valdeorras, buscó al sexagenario sin éxito. Solo la localización de su caña los primeros días daba una pista sobre su más que probable paradero en el curso fluvial. Cerca del mediodía de ayer, un agente de montaña de la Guardia Civil, con sede en A Pobra de Trives, avistó un cuerpo sumergido entre las raíces de unos árboles de la ribera del Sil. La vegetación habría retenido el cadáver del pescador desde que el hombre se precipitó al río, por causas que determinará la prueba de autopsia.

El cuerpo se encontraba en la zona conocida como Playa del Oro, a unos 600 metros de distancia del lugar en el que estaba aparcado el vehículo del pescador, quien presumiblemente habría modificado su plan inicial de pesca para recalar finalmente en el Sil, en O Barco. Su Opel Astra de color negro fue localizado un día después de su desaparición, en las proximidades de una planta de hormigón situada entre la capital de Valdeorras y A Pobra.

La búsqueda se activó el pasado 30 de mayo. A las 2,30 horas de la madrugada, la compañera sentimental del pescador acudió a la Guardia Civil para comunicar su ausencia, al no regresar a casa. De inmediato, se estableció un dispositivo de localización en el que participaron efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local y el Grupo de Emergencias Supramunicipales (GES) de Valdeorras.

Buzos y perros adiestrados

Con el paso de los días también se fueron sumando el servicio de buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del instituto armado, la unidad canina SYR de la Guardia Civil desplazada desde Madrid -especializada en rescates de cadáveres sumergidos-, así como varias patrullas y un helicóptero, que reforzaron el dispositivo de localización durante el fin de semana. Prestaron su colaboración incluso los piragüistas del Club Fluvial Barco. La batida se concentró en todo el tramo fluvial entre la zona de O Malecón, en O Barco de Valdeorras, y la presa de Valencia, en Vilamartín. Se peinó todo el cauce en lanchas zódiac y con la inmersión de buzos.