Realizó pintadas injuriosas en el portal de su casa, acudió a la sede de su empresa a trasladar sus amenazas e hizo un gesto intimidatorio cuando lo vio desde el coche. Evaristo P.A., un conocido delincuente de Ourense que está cumpliendo condena entre rejas por tráfico de drogas, volverá a ser juzgado por presuntas calumnias y amenazas a un conocido empresario de Ourense que lo había denunciado por el presunto robo de correspondencia cuando trabajaba como funcionario a sus órdenes en la delegación de Correos.

El acusado, cuyo juicio tuvo que ser suspendido ayer a junio por la falta de una testigo, ya se sentó en el banquillo en 2012 tras llamar "corrupto y ladrón" a un responsable policial de investigación en una serie cartas que llegó a enviar a los jueces entre julio y octubre de 2010. A finales de 2009, envió una misiva parecida a la Audiencia. Ahora, la Fiscalía Provincial solicita una condena de hasta 2 años y medio de cárcel por presuntos delitos de calumnias -o alternativamente de injurias, que le acarrearía 2.160 euros de multa- así como de amenazas.

Los hechos tuvieron lugar a principios del año 2010, unos meses antes de los escritos contra el policía por los que, sin embargo, fue juzgado con anterioridad. La madrugada del 14 de febrero el acusado habría realizado con un spray pintadas injuriosas en el edificio donde reside el empresario en Ourense.

Al día siguiente, según el mismo relato de hechos que realiza la Fiscalía, Evaristo P.A. se dirigió presuntamente a la academia de la que es administrador la víctima, manifestando a una profesora las mismas acusaciones. Con anterioridad se había dirigido a un grupo de alumnos, tildando al empresario de "ladrón".

Además, la causa abierta contra él incluye una supuesta carta que el acusado habría enviado al puesto de trabajo de la hija del empresario. A la misma docente de la academia le habría llegado a manifestar que "esto va a acabar en sangre". Por último, según el relato de lo sucedido que realiza el ministerio público, Evaristo P.A. pasó por delante en su coche delante del edificio de la academia y, al observar al administrador, presuntamente se colocó un dedo haciendo el ademán de que le cortaría el cuello. El empresario, que llevaba varios años sufriendo problemas con el acusado según su versión, presentó denuncia el 15 de febrero de 2010.

Además de la pena que estableciera la juez según catalogue uno de los dos delitos como calumnias o injurias, la Fiscalía pide la imposición de una medida de alejamiento de 3 años y una distancia de 500 metros.

Según las averiguaciones del Cuerpo Nacional de Policía, desde noviembre de 2007 se produjeron episodios de sabotajes y pintadas en la sede de la academia del empresario. La Policía informó que en su época en Correos se detectaron varias incidencias por desaparición de envíos. Una investigación interna apuntó al acusado.