Al Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Comisaría Provincial de Ourense, la unidad policial que se encarga de entrevistarse con las víctimas machistas e indagar los episodios de violencia familiar, le llamó poderosamente la atención que el caso de presunto maltrato infantil se registrara en un domicilio al que habían acudido solo un mes antes para averiguar un posible caso de abusos sexuales. Los policías reactivaron sus comprobaciones a raíz de la detección de las lesiones del bebé. Los agentes se entrevistaron de nuevo con la niña supuesta víctima de los tocamientos, que recibe medidas de apoyo a propuesta de la Fiscalía y está alojada con otros familiares.