Ana Fieraru, una mujer de nacionalidad rumana, se conformó ayer con una pena de un año de cárcel y un total de 120 euros de multa tras reconocerse autora de un intento de robo en una perfumería, así como de una falta contra el orden público por haber insultado a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que fueron a detenerla.

El 8 de febrero de 2013, entró en el establecimiento y escondió objetos entre sus ropas. La encargada la vio y la interceptó. La acusada reaccionó a puñetazos y un empujón, pero fue retenida.