La preocupación por la privatización del servicio de la basura también se percibe entre los alcaldes y concejales socialistas de los 48 concellos que tienen la gestión delegada en la Diputación, así como aquellos en los que solo se recoge la bolsa amarilla, el vidrio y el cartón; en total 71. El secretario provincial de los socialistas, Raúl Fernández, la responsable de Organización, María Quintas, y los diputados provinciales de este partido convocaron ayer a sus alcaldes y concejales para explicarles los pormenores del pliego y mostrar su rechazo a la privatización.

El grupo provincial asegura que ha recibido muchas quejas de alcaldes del PP que no están de acuerdo con la externalización pero sospecha que estos regidores acceden a las pretensiones de Baltar por una cuestión de disciplina al presidente.

Los socialistas rechazan que la Diputación pierda margen de maniobra al crear una sociedad mixta en la que tendrá una representación del 34%, frente al 66% que asumirá la empresa privada que resulte adjudicataria. También el grupo nacionalista considera que la Diputación "entrega de recursos materiales y humanos a un precio de saldo".

Según se recoge en el pliego, la concesión es por 20 años prorrogables a 25, y la empresa que se haga cargo facturará 3,6 millones de euros al año.