Los informes emitidos hace unos días por un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid especializado en el análisis de acuíferos que, encabezado por el catedrático Eduardo Costas, detectó un grado de contaminación del embalse y de las playas fluviales de As Conchas por vertidos que triplica el índice de toxicidad máximo permitido para zonas de baño, "no son creíbles" para el alcalde de Muiños, Plácido Álvarez, quien afirma que son "exagerados", tienen "intencionalidad política" y detrás de estos resultados, "hay cantamañanas que solo quieren hundirme a mí como alcalde y hundir el albergue juvenil y a su concello". Y aún recalca: "Yo me bañé este verano en As Conchas y no tuve ninguna intoxicación hepática".

-¿Ha tomado alguna medida como alcalde de Muiños a la vista del resultado de los análisis de un grupo científico especializado que alerta que la contaminación por cianobacterias altamente tóxicas triplica el máximo permitido y pone en riesgo la salud humana?

-En primer lugar no entiendo por qué razón tienen que hacerle más caso a los análisis que realiza un grupo de investigadores de una universidad foránea que a los análisis que, con periodicidad quincenal, realiza la Consellería de Sanidade y que dicen que la calidad del agua (pese a la contaminación por los vertidos al Limia que ya viene de años atrás) es suficiente y apta para el baño en las tres playas fluviales del embalse, dos de ellas en Muiños y la de Portoquintela, en Bande.

-¿Está insinuando que no le merecen credibilidad las investigaciones del grupo científico Albiotox, expertos en estudios de contaminación de acuíferos?

-Solo creo que son resultados exagerados, y a la espalda de estos científicos cada vez que vienen aquí, están gentes de Muiños con una clara ideología política que no tienen ni representación municipal en nuestro concello y lo que buscan es hundirme y echarme fuera como alcalde. Vamos, que detrás de todo esto están unos cantamañanas.

-Pero ese estudio fue encargado por un colectivo vecinal de Muiños preocupado por la proliferación de las llamadas algas tóxicas por la contaminación, por el vertido desde hace décadas de residuos químicos y ganaderos al río Limia.

-Sí, claro, pero ¿quienes son esos vecinos? ¿Acaso no están comandados por el BNG? Lo que son es unos salvadores de la patria que solo quieren acabar con nuestro concello, así le responde con las urnas, y acabar con el campamento juvenil.

-¿No cree que se está condenando usted mismo al minimizar unos análisis científicos de datos comprobados, a una cuestión de persecución política?

-No tengo miedo y digo lo que tengo que decir. También me metí con Coren hace unos días por los vertidos que están realizando en nuestro municipio y no me tembló la mano pese al poder de esa empresa. Lo que pasa es que no puede ser que cuestionemos los análisis de nuestros organismos oficiales, lo que dice la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, los científicos de la consellería y encarguemos la investigación fuera. Cuando son esos grupúsculos de vecinos los que si que gobiernan no pasa nada y aunque los técnicos son los mismos.

-Hay datos incontestables y es que si la población máxima permitida de algas tóxicas es de 80 ejemplares por litro, en As Conchas hay 20 millones por litro. ¿No le parece algo demasiado serio como para disfrazarlo de persecución política?

-Yo me bañé en verano en el embalse y aquí estoy, no sufrí ninguna intoxicación hepática. Lo que es sospechoso es que estos vecinos y su resultado científico salgan a la luz el mismo día que presentamos un ambiciosísimo proyecto para acabar con los vertidos al río Limia, y un proyecto que es fruto del trabajo de concienciación de todas las administraciones locales, a Xunta y Gobierno central.

-En todo caso, los científicos insisten en que la situación es muy grave y la población de algas tóxica se ha duplicado.

-Pero lleva mucho tiempo así, invertimos mucho tiempo para resolverlo y esperaron a que se produjera esta presentación pública para salir a denunciar. No quiero entrar ya más en "caralladas". Que dejen de torpedear a su concello, a la alcaldía y de torpedear a los campamentos de verano, y que colaboren.