Un hombre de 81 años falleció ayer tras sufrir un fatal accidente cuando realizaba tareas de limpieza y mantenimiento de la finca familiar en la aldea de Meriz, Coles. Amador J. Vázquez Iglesias vivía habitualmente en Vigo con su pareja y de vez en cuando regresaba a la casa en la que se crió con sus padres para realizar arreglos puntuales.

Ayer pretendía segar toda la parcela pero tuvo que parar para descansar poco antes de la una de la tarde porque se sintió mareado. Su mujer le propuso entrar en la casa para echarse en la cama y mientras él reposaba sentado en el pozo, ella se metió dentro para preparar la cama. La tapa del foso estaba abierta y en un desvanecimiento, Amador cayó dentro sin que nadie pudiese ayudarle. Su nieto, que también había venido con él como otras muchas veces, no se encontraba en el lugar en ese momento.

La llamada de emergencia al 112 se registró a las 12,54 horas. Desde allí se movilizó al 061 y a los Bomberos de Ourense, que acudieron para realizar el rescate del cuerpo. Los sanitarios no pudieron hacer nada por la vida del octogenario, que murió ahogado.

Al lugar se acercaron numerosos vecinos de Meriz, muchos de los cuales conocían a Amador, que a pesar de haber dejado la casa e instalarse en Vigo, seguía preocupado por la finca y la vivienda. Hasta hace meses la propiedad estuvo alquilada, pero en la actualidad se encontraba deshabitada.

La necesidad de segar la hierba llevó a Amador, su mujer y su nieto, a pasar el día en Coles. Uno de los vecinos de Ramil que conocía al anciano desde la infancia mostró su conmoción por la fatalidad del suceso.

Según explicaron algunos de los testigos del suceso, el pozo no era demasiado ancho pero sí lo suficiente para que se colase el cuerpo de una persona. La tapa solía estar cerrada pero probablemente la habían abierto antes para revisar el interior y así seguía cuando el octogenario se sentó en el borde para descansar tras sufrir un mareo.

Protección Civil de Coles y una ambulancia medicalizada de Urxencias Médicas se trasladó al lugar pero ya nada pudieron hacer por salvarle la vida. Los Bomberos de Ourense se encargaron de rescatar el cuerpo del interior de pozo, que todavía tuvo que esperar la llegada del equipo forense que certificó la muerte y del juez que ordenó el levantamiento del cadáver.