Ourense ha aprendido a convivir con el calor extremo pero tras cinco días de máximas por encima de los 40 y mínimas que no bajan de los 20, la ciudad empieza a mostrar signos de agotamiento. El termómetro de la calle Concordia, más fotografiado estos días que la escultura de A Leiteira en la céntrica Paseo, ya no tiene quien le mire a pesar de sus 55 grados de ayer. La realidad es que se registraron 41,2 en la capital, y 42,2 en Leiro. Este municipio lideró las máximas de Galicia, pero también las de España, asfixiada también por la masa de aire norteafricano que deja días de calor extremo y noches tropicales que han secuestrado al verano el refrigerio nocturno.

La previsión de que se superarían los 42 grados en la provincia ourensana llevó a la Agencia Estatal de Meteorología a decretar durante la mañana de ayer la alerta roja para la zona del Miño desde las 13 a las 20 horas por riesgo extremo, manteniendo la consideración de alerta naranja para el noroeste y la comarca de Valdeorras.

Este aviso fue recogido y transmitido por la Xunta de Galicia, que alertó a través de su cuenta de Twitter de la situación de riesgo por altas temperaturas. Sin embargo, el servicio autonómico de meteorología mantuvo la alerta naranja lanzada el día anterior. Desde el servicio de predicción de Meteogalicia explicaron que solo "una o dos" estaciones (Leiro y Arnoia) podrían llegar a superar los 42 grados, que es el valor a partir del cual el nivel de alerta pasa a rojo. Dado que se trataría de algo "puntual", ya que el resto de la zona Miño mantenía predicciones entre los 39 y los 42, Meteogalicia optó por la "coherencia" y mantuvo el nivel naranja al entender que no sería una "situación generalizada". Finalmente, el termómetro confirmó esta predicción, con Leiro como única localidad que superó los 42 grados.

La ola de calor empezará a remitir hoy pero tendrán que pasar uno o dos días para que se empiece a notar. Meteogalicia explica que el cuerpo humano expuesto a temperaturas tan elevadas no puede distinguir entre dos o tres grados menos, por lo que la sensación de abatimiento se mantendrá a pesar de que empiecen a bajar las temperaturas. El miércoles las máximas caerán bruscamente hasta los 32 y las mínimas se establecerán en 15 grados, lo que se aproxima al verano "normal" en esta ciudad.

Una vez más, Ourense ha sido foco de atención por el clima extremo. Las redes sociales recogieron las impresiones de muchos vecinos pero también de los que vivieron este episodio de calor de paso por la capital. Algunos calificaron su estancia de "viaje al infierno" e incluso circuló una fotomontaje de la ciudad reconvertida en la volcánica Mordor, de El Señor de los Anillos.

A pesar de las temperaturas no se registraron emergencias sanitarias por golpes de calor, según informaron del servicio de Urgencias del CHUO. Lo que sí constatan es un repunte esta semana de los casos relacionados con pacientes mayores con patologías respiratorias que empeoran a causa del calor. La Consellería de Sanidade recomienda beber muchos líquidos, evitar comidas copiosas y ventilar las casas durante la noche.